REPORTAJE GRÁFICO DE MOISÉS PÉREZ
DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife
El cielo del municipio de Los Realejos se inundó anoche de colores con el tradicional pique de fuegos artificiales entre las calles de El Sol y El Medio.
El espectáculo pirotécnico, considerado uno de los mejores de Europa, fue una verdadera contienda de luz y explosión que no dejó indiferente a las miles de personas que desde comienzo de la tarde buscaban sitio para poder disfrutarla.
Esta tradición, que se remonta a 1770, contó con un amplio dispositivo de seguridad que veló por su correcto desarrollo.
Detrás de la celebración de esta festividad se esconden una serie de circunstancias que han sido la clave fundamental para la supervivencia y desarrollo de la misma, en lo que a las calles de El Sol y de El Medio se refiere: la rivalidad -el pique- entre ellas, que en épocas pasadas ha estado a punto de desembocar en un auténtico ‘estado de guerra’ y provocar altercados de incalculables dimensiones, contemplados hoy como meras anécdotas y como un componente enriquecedor de las fiestas.
Algunos estudiosos apuntan que esta rivalidad se remonta a 1770 y a la existencia de dos clases sociales bien diferenciadas: los propietarios de las tierras por donde discurría la calle El Medio, también conocida como calle de los Marqueses, y los medianeros y pequeños campesinos de la calle El Sol. Esta circunstancia se ha querido interpretar como el origen o desencadenamiento del mentado pique, si bien es cierto que, tras la emigración a Venezuela, ocurrida años atrás, estos contrastes económicos tan pronunciados han desaparecido.
Dicen los estudiosos que el famoso “pique” comenzó por el embellecimiento de las calles con enrames florales. En la actualidad, se sigue rivalizando por el atavío de las calles, no obstante, con el paso de los años, el enrame de las calles, que sigue realizándose en la actualidad artesanalmente, por los vecinos, es colocado finalmente los últimos días del mes de abril, quedando allí hasta finales del mes de Mayo, cuando acaban las fiestas en honor a San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza.
Así, el pique o la sana rivalidad entre ambas calles comienza históricamente como un día de conflicto simulado entre marqueses y campesinos. La porfía consistía en que al paso de la Cruz en procesión, cada calle encendía hogueras, humos de colores y se hacía mucho ruido, de modo que ganaba aquella que mayores fogatas, mayores columnas de humo o más ruido hubiera hecho. Pero tras la irrupción de las pirotecnias en estas fiestas, se pasaron a vivir auténticas batallas campales con petardos y voladores que surcaban el cielo en horizontal buscando la calle ‘enemiga’.
Antiguamente, cuando la Cruz llegaba en procesión a cada calle comenzaba la celebración con gritos y grandes estampidos ocasionados por los fuegos de explosión, formados por tracas y regueros de pólvora colocados por los fieles en las aceras y zaguanes de las casas, que al estallar ocasionaban un gran estruendo debido al eco. Con el paso del tiempo la imaginación hizo que se fuera perfeccionando esta forma de expresión empezándose a fabricar ruedas de fuegos hechas de caña, de modo que una vez sumergidos en esta vorágine de superación se consiguió añadir, a las ya novedosas ruedas de caña, un dispositivo que hacía que éstas se elevaran hasta alcanzar algunas pocas decenas de metros y que darían lugar posteriormente a los tan apreciados voladores de hoy en día.
LA TRADICIÓN PIROTÉCNICA EN EL MUNICIPIO DE LOS REALEJOS
Los Realejos es sin duda, uno de los centros pirotécnicos más importantes de España y de Europa. Cada calle tiene su propia pirotecnia, la Teide quemaba antiguamente en la calle El Medio, y la Santa Bárbara en la calle El Sol, hasta que en el año 1990 esta última desapareció tras un fatal accidente.
Actualmente han cambiado las cosas y la Pirotecnia Hermanos Toste (antigua pirotécnica Teide) representa a la calle El Sol, mientras que en la calle El Medio, hasta hace pocos años, quemaba la pirotecnia Canarias, que fue fundada al igual que las anteriores por realejeros, aunque en el caso de esta última, terminó ubicándose en el término municipal de Icod de los Vinos. Desde el año 2007 la calle El Medio está representada por la pirotecnia Hermanos Caballer de Valencia.
¿SERÁ EL ÚLTIMO AÑO DE LA EXHIBICIÓN PIROTÉCNICA?
El anochecer del día tres de mayo tiene un aroma especial que pone el punto y final a una larga espera en la que los vecinos, y Tenerife en general, pueden disfrutar una vez más de una maravillosa expresión de arte efímero: el color y la belleza producidos por las explosiones en el cielo realejero, que alcanza las tres horas de duración.
Aún hoy continua esa contienda de luz y explosión, comenzada varios siglos atrás, que afortunadamente, ya no refleja las antiguas rivalidades ya saldadas y superadas entre clases sociales, hoy, cuando todos gozamos de los mismos derechos, la lucha sólo cabe como elemento anecdótico y enriquecedor de un patrimonio que ha sobrevivido únicamente gracias al trabajo de los ciudadanos y a su interés por conservarlo.
A día de hoy se teme por la continuidad del espectáculo pirotécnico realejero guardando las mismas características de los últimos años, dado que existe una directiva europea que limita las celebraciones con artículos pirotécnicos y de cartuchería, algo en lo que trabajan de la mano Ayuntamiento de Los Realejos, comisiones de fiestas de ambas calles y pirotecnias para conseguir la excepcionalidad de la celebración realejera.


