Más de 25.000 personas participaron ayer en la tradicional exhibición pirotécnica
MARYORIE GONZÁLEZ
SANTA CRUZ DE TENERIFE
El día de la Cruz se festejó en Los Realejos por todo lo alto. Desde primeras horas de la mañana se exhibieron por las calles del municipio las cruces enramadas y con el atardecer, las flores dieron paso al tradicional pique de fuegos artificiales entre las calles de El Medio y de El Sol.
Unas 25.000 personas según la policía local acudieron ayer hasta el pueblo atraídos por la colorida decoración de las cruces y por la espectacular exhibición de fuegos artificiales. La batalla en el cielo comenzó con la caída del sol, cuando la procesión de la Santa Cruz alcanzó la calle de El Sol.
Enfrentamiento social
Todo tipo de fuegos artificiales decoraron el cielo durante más de dos horas, el olor a pólvora se expandió más allá del municipio anunciando que otro año más los realejeros volvieron a dar que hablar con su exhibición pirotécnica. La historia del pique de los fuegos, según los estudiosos, se remonta a 1770 y a la existencia de dos clases sociales diferenciadas: los propietarios de la tierras por donde discurría la calle de El Medio, también conocida como “los marqueses”, y los medianeros y campesinos de la calle de El Sol.
La porfía entre ambas vías consistía en que al paso de la Cruz en procesión, cada calle encendía hogueras y humos de colores, pero con las pirotecnias estas hogueras dieron paso a auténticas batallas de fuegos. Los realejeros viven con gran ilusión este día, se sienten orgullosos de que se haya declarado la primera fiesta de Interés Turístico de Canarias.
Los propios vecinos de Los Realejos son los encargados de sufragar los gastos en fuegos artificiales y en la decoración de las más de 300 cruces de toda la localidad. La cuantía que se invierte cada año en voladores es el secreto mejor guardado de la fiesta. Las valoraciones sobre las fiestas son variadas.
Mientras que para unos este año son mejores que los anteriores, también hay puntos de vistas contrarios. Entre las dos calles se han quemado un siempre misterioso número de toneladas de pólvora.
El fuego, el humo, los bombazos y olor a pólvora no faltaron en una noche en la que miles de visitantes recorrieron las calles de la villa realejera para contemplar las distintas figuras de fuegos que iluminaron el paso de la Cruz por ambas calles. Tampoco faltaron los tapices florales en los altares de las capillas que los vecinos de Los Realejos y del barrio de la Cruz Santa prepararon con esmero para celebrar un año más este día de la Cruz. Una vecina, María Machado recuerda que las festividades antes tenían más esplendor. Se lamenta de que ahora los realejeros prefieren quedarse en su casa y no se integran en el meollo de las festividades. Machado cree que se ha perdido parte de la centenaria tradición. No piensa así Tino Marrero, miembro de la asociación organizadora de la calle El Sol. Ayer se mostraba muy asombrado por el número de gente que había en el lugar. Cree que la cruz de plata que sale en la procesión lucía más brillante que nunca.
“Todos hemos aportado nuestro granito de arena menos el Ayuntamiento que cada vez nos ayuda menos”, criticó. Llamaba la atención ayer el gran despliegue de policía y de ambulancias que había en todo el casco de Los Realejos. Los fuegos resultaron muy llamativos y novedosos formando desde ruedas hasta mariposas multicolores. En las calles flotaban millones de papelitos, restos de las explosiones, lo que daba la impresión similar a la de estar nevando. Durante cerca de dos horas millones de colores iluminaron el cielo.
Fuente: http://www.laopinion.es/tenerife/2010/05/04/tenerife-realejos-batalla-cielo/284105.html
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